Ir al contenido principal

Hacer historia

Nunca me gustó la clase de historia en la primaria porque cada año sentía que veía lo mismo una y otra vez: Big Bang, sistema solar, dinosaurios, changos, changos a humanos, África, Egipto, Roma, el crossover de España con los Aztecas, Conquista, Independencia, y la Revolución.


Me causaba conflicto porque ya hacían casi 100 años de la revolución y siempre nos deteníamos ahí, como si nada importante estuviera pasando actualmente, como si no fuéramos parte de la historia. De hecho me sorprendí en sexto de primaria cuando vi una foto de Felipe Calderón en el libro de texto y pensé “no inventes yo conozco a este señor”. 


De niña parecía que todo lo importante que podía pasar ya había pasado. Sentía que ya no había nada nuevo qué decir o qué hacer o qué esperar, que ya no había historia qué escribir.


Hasta hoy.



Más de la mitad de las cosas que suceden en el mundo siempre han sucedido pero la diferencia se encuentra en que hoy lo podemos grabar y compartir. Sin embargo, se nos olvida el otro punto que es aún más importante: se puede hacer algo al respecto.


Ya sé que firmar en Change Org no es iniciar una revolución pero sí genera un cambio cuando te involucras y la compartes. Que llenar nuestro Instagram de imágenes apoyando minorías no nos hace mejores personas pero sí nos concientiza. Que donar $100 pesos no derriba el sistema pero sí lo debilita.


Existe una urgencia por encajar y vernos bien en redes sociales que a veces opaca lo que se necesita para el verdadero cambio: enfocarnos en la acción y no la imagen. Pero si algo aprendí de mis libros de historia es que si alguen tiene su nombre escrito en esas páginas es porque miles tuvieron un sueño y estuvieron detrás de él. Porque respiraron por un objetivo en común y se unieron para hacer algo al respecto.


Y eso no ha cambiado. Hoy se puede hacer lo mismo.


Para construir no es necesario derribar a otros haciendo sus luchas menos importantes a las nuestras. Solo necesitamos prestar atención. No es necesario que alguien muera, sea asesinado, tenga un título o poder monetario: solo se necesita coraje y corazón.


Cualquier momento de nuestras vidas puede ser parte de los libros de historia. Ya no estamos en primaria, así que no te limites a quedarte sentado y ver.






Comentarios