Creo que ya hacía muchísimo tiempo que mi hermano no me hacía una pregunta me dejara sin respuesta. -¿Qué es lo que más te gusta de tu cara? Abría la boca pero no salían palabras. Fruncía el ceño como buscando una respuesta a lo lejos pero no aparecía nada. Llegaron las risas nerviosas mientras mi mente repasaba uno a uno los componentes que conforman mi rostro y les encontraba defectos de alguna u otra manera: mi nariz es grande, mis ojos son pequeños y carecen de pestañas largas, mi sonrisa es más bien desperfecta, mis labios son comunes y mis cejas son más bien pelos delgados separados entre sí. Resonó para mis adentros el verso de una canción de Mecano: “un ojo aquí, un diente allá”. De pronto, ya no estaba aquí. Inicié pensando en mi, y terminé pensando en el mundo: en cómo las modas aplican también para la belleza y en ninguna de ellas he encaj...
Cuento historias y hago videos.